Entre barrotes (2ª parte)

“Pero en absoluto me robarás el corazón”, se repetía una y otra vez Berta en su ejercicio de auto convencimiento. Para que aquello no sucediese debería ser ella quién tomase la iniciativa, ya que así dominaría en todo momento la situación, doblegando la voluntad de aquél hombre y teniéndolo literalmente a sus pies. Se había propuesto ser ella quién lo conquistase. No era tarea fácil ya que Igor hacía gala de una verborrea envolvente y seductora. Así que Berta decidió desarmarle de palabras y le pidió que le acompañase a casa.
- Creo que he bebido demasiado y no estoy en condiciones de conducir. Mañana volveré aquí a por el coche- comentó Berta.
Cogieron la carretera que bordeaba la costa en lugar de la autopista que hubiera acortado aquél momento en algo más de veinte minutos. “Hace una noche espléndida”, dijo Berta, “y me gusta contemplar el color plateado del mar a la luz de la luna”. A Igor parecía encantarle el juego que le estaba proponiendo Berta, dejándose llevar como si fuera un fiel sirviente. Su satisfacción aumentó cuando ella dijo que parase el coche en una especie de mirador al mar. Silencio absoluto. Apenas clavaron los ojos el uno en el otro, se besaron. Con la furia de un deseo que parecía contenido durante años. Hundiendo las bocas. Aspirándose el aire de los pulmones y llevando las lenguas hasta lo más profundo de sus gargantas. Enroscándolas en un húmedo y cálido abrazo. En unos instantes se arrancaron literalmente la ropa y ella se quedó con un tanga de hilo y él completamente desnudo, como si ese fuese el signo de sumisión que Berta le exigía.
Igor sacudió la cabeza hacia atrás. Una especie de gruñido de satisfacción salió de su boca y ella bajó la cabeza. Él, incorporándose un poco, se apretó contra Berta y empezó a juguetear por sus nalgas pasándole los dedos por el fino algodón de las tiras de la braguita sobre la túrgida carne. Ningún sonido salía de ellos, salvo la respiración regular y profunda zumbando sobre sus cabezas. Y de testigos la bóveda que, más que nunca, era Universal para ella. Sintió que la mano de Igor alcanzaba su entrepierna, resiguiendo la irresistible curva dibujada por sus nalgas, y con un dedo, alcanzó la entrada de su vagina desde fuera de las bragas. La tela estaba empapada y Berta sintió que el pecho de Igor se fundía mientras frotaba y empujaba bien adentro, entre sus piernas, masajeando los labios vaginales, abarcando todo el pubis con su mano. Durante mucho rato se concentraron en las placenteras oleadas de ternura satisfecha que fluían desde el calor interno de sus cuerpos y el juguetear de los dedos de él. Berta alcanzó el orgasmo mientras Igor apretaba y acariciaba su clítoris. Descansaron unos momentos y, cuando parecía que ella, iba a iniciar la exploración del cuerpo de él, le susurró: “Vamos a casa. Allí concluiremos lo que acabamos de iniciar”.
Justo al traspasar la puerta de la casa de Berta, él se lanzó como una fiera en celo sobre ella apoyándola contra la pared, comiéndole literalmente la boca y volviendo a quitarle la ropa, con el desespero que emerge del deseo descontrolado. Bajó sus bragas justo debajo de la curva de sus nalgas. No pudo pasar de ahí porque Berta le estaba sujetando la muñeca. Le miró a los ojos, giró la cabeza por encima de su hombro e hizo un signo negativo ¡¡ Estaba diciéndole que no ¡!. Esa forma fue de las más embriagadoras, de las que más excitaron a Igor. De esa manera lo atrajo hasta la habitación donde ella lo empujó literalmente, encima de la cama, pero continuando con su desdén. Pacientemente, él espero hasta que Berta dejó de rechazarle y cuando ella se echó a su lado en la cama, se levantó y se puso sobre ella. El pene erguido, desafiante, encontró su nido en el hueco bajo su culo, fue entonces cuando empezó a balancearse atrás y adelante hasta obtener la respuesta de ella. Entonces sintieron toda la longitud de su cuerpo, piernas sobre piernas, torso sobre espalda. Los brazos de él reposaban pegados a los costados de ella y, con una mano, seguía abarcando su pubis mientras su miembro se deslizaba entre los dedos.
- Estoy haciendo esto conscientemente, tú lo estás haciendo conscientemente y estamos llegando al borde del éxtasis y de la comunión- le dijo Igor al oído, hundiendo después su lengua es ese oído hasta estremecerla.
Mientras más consciente era Berta de esa realidad recíproca, más excitada y húmeda se ponía ella, hasta que se derrumbó con una serie de pequeñas sacudidas indicativas de otro orgasmo. Cuando se recuperó, empezó a mover la pelvis en círculos, al mismo tiempo que empujaba adelante y atrás. Cada movimiento de ella excitaba los nervios del miembro de Igor, arrastrando el flujo de la sangre hasta la punta sensible. Cada movimiento en el que él se acercaba y hundía dentro de ella le transmitía la corriente a su vientre. Él lanzó un grito sintiendo el comienzo de su orgasmo. Cambió la marcha continuando, incansable, subido a la cresta de la ola. También lo sintió Berta y se puso en sintonía para acoger la sustancia que estaba a punto de estallar como un torrente. Decidió que, esta vez, iba a ser un orgasmo compartido por ambos. Momentos antes de que él se corriese, Berta separó ligeramente las piernas para abrirse más a él. El cuerpo de Igor se precipitó entonces dentro de ella con toda la furia contenida. Ella lo estrujó en el momento culminante y luego se derrumbó con contracciones salvajes y espasmódicas de su vagina.
Siguieron a la deriva de la duermevela por una zona entremezclada de pensamientos y sueños…
22 comentarios
Para Kaleidoscopio, encontrando la perfección -
Kaleidoscopio -
A Brisa, ruidosa en el tálamo -
Brisa -
Besosssss
Para Kaleidoscopio, el galán que no tenía el nombre adecuado -
P.S. ¡¡¿Qué tal el mío?!! Creía que no lo ibas a decir nuncaaaaaaaa ;-))
Kaleidoscopio -
Para monocamy y el nacimiento de un nuevo Pier Paolo Entrelini -
Para rebel, con la sangre revolucionada -
Para La Luna allá iré en mi utilitario sideral -
Para Noa- sin faltas de ortografía -
monocamy -
Por cierto, cuando lo escribiste ¿lo hacías impávidamente, transcribiendo la información o, por el contrario, te involucrabas y tecleabas soportando una erección? Es por curiosidad científica, namáz...
:PPP
rebel -
y bueno que decir de tu escrito y tu me dices a mí lo de alterar la sangre..
pués no veas como me alteró a mí.
un besillo.
La Luna -
Un beso.
Noa- -
No se escribir, y además me aterra hacerlo, por eso me dedico de vez en cuando a encadenar letras.
Te mando 56... pero del 65 :-)
Para Pléyades, sin seguir régimen alimenticio -
P.S. Ciertamente me "aprovecho" de vuestros comentarios en las historias por partes. Introduzco cambios en el guión original... Es divertido.
Para Noa- moviéndose que es lo que importa -
56 besos... (Ese orden oscular me gusta más)
Pléyades -
Noa- -
pd) Yo solo hice un intento de escrito por capítulos y ya terminó. Me muevo mejor en letras cortas, (si es que en algunas me muevo bien)
Besotes del 65
Para Noa- agarrotada en el carpe diem -
P.S. Que poquito me queda para vivir mi otra mitad de la vida...
Para clara navegando entre las olas de la felicidad -
Noa- -
Saludos a la quinta del 56 con o sin gafas de sol :-)
clara -
Muy excitante, feliz semana.
Un beso submarino